Vendrán tus ojos
y tendrá la muerte
una mirada dulcísima,
despiadada. Casi
de pájaro que ya no va
a volar. Ahí,
en el suelo, estará
tu sitio.
Vendrán tus ojos
hasta aquí, donde
la zanahoria crece al revés
y todo se aleja,
aunque no corras detrás.
Vendrá la muerte
y tus ojos serán
florero
seco.
(A Césare
Pavese)
Gustavo Caso Rosendi
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