La oposición entre la teoría Marxista, en la forma
estrictamente objetivista que asume frecuentemente, y la teoría Weberiana que
distingue entre clases sociales y grupos de status [Stand], definidos como
tales por aquellas propiedades simbólicas que conforman el estilo de vida,
constituye a su vez otra forma, meramente ficticia, de esta alternativa entre
objetivismo y subjetivismo: por definición, los estilos de vida realizan su
función de distinción sólo para los sujetos inclinados a reconocerse como tales
y la teoría Weberiana de los grupos de status es muy cercana a todas aquellas
teorías subjetivistas de clases, tales como la de Warner, que incluye estilos
de vida y representaciones subjetivas en la constitución de las divisiones
sociales. Pero el mérito de Max Weber reside en el hecho que, lejos de
presentarlas como mutuamente excluyentes, como lo hacen la mayoría de sus
comentaristas americanos y en particular sus epígonos, une estas dos
concepciones opuestas, poniendo así la cuestión de la doble raíz de la división
social, en la objetividad de las diferencias materiales y en la subjetividad de
las representaciones.
PIERRE BOURDIEU