Subías por el cañaveral
Tu cabello entrenzado
Tus ojos morunos
Tu boca de grana
Yo escondido entre las cañas
Miraba tus andares de sultana
El aire me envolvía con tu gracia sevillana
Nos abrazábamos, juntado tu mirada y mi mirada
Escondidos entre las cañas
Tus manos mis cabellos acariciaban
Yo satisfecho feliz contigo gozaba
Nuestra fuerza sexual compensada
Después nos bañábamos en el Guadalquivir
Sevilla nos embrujaba su cielo nos contemplaba
Sombreaban las cañas enamoradas
El rio alegre cantaba mientras nos acariciaba
Tú partías a tu casa tus hijos y marido te esperaban
En mi camino mis hijos aguardaban al colegio los acercaba
Así paso nuestra vida con pasión no apagada
Un día te espere con tu ausencia quede
Moría de dolor sin verte, de valor me arme
A tu casa me acerque, vestida de negro te encontré
La vergüenza me hizo bajar la cabeza
Sin palabras quede, gire la espalda, marche
Subía el sendero hacia mi casa ahogado de dolor
En la puerta, Elvira mi mujer con dulzura me abrazo
Me arrodillé y a sus pies solloce, ella me levanto
Me beso, me acompaño al portal, allí me confeso
Siempre te he amado Marcos has sido mi Dios
Mire sus ojos en lagrimados sin reproches
Los míos turbados indignos de su amor
Mi sangre negra como el carbón pedía perdón
Por la mañana me levante en el espejo me mire
Mis cabellos plateaban mis manos temblaban
Mi alma atormentada, toda una vida, Elvira engañada
Se terminó mi egoísmo era Elvira el ángel que se quedaría
conmigo
Dolores Jurado
DJ martes, 02 de agosto de 2011 9:45 h
