Erase una vez , una hada triste, vivía en el mundo de los
hielos eternos y no le gustaba, Sabía que existían lugares donde el sol
brillaba cada día y donde las flores tenían los colores del arco iris.
Su corazón las añoraba a pesar de nunca haberlas visto ,
añoraba el calor y el color , añoraba sentir la hierba bajo sus pies descalzos,
el vuelo brillante de las mariposas .
Se sentía tan infeliz que no podía pensar en otra cosa y ni
siquiera salía a ver sus dominios.
Una noche en la que aún el hada no dormía , un resplandor
especial apareció en el cielo , al principio era solo una pequeña mancha
luminosa, que creció y creció , pronto todo el espacio se lleno de color,
verdes y violetas, azules , amarillos y rojos ,se entremezclaban armoniosamente
y su luz arrancaba destellos del suelo helado como de un espejo.El hada miro al
cielo y vio estrellas fugaces y luceros ardiendo ,estelas de colores y nubes
transparentes.
Por primera vez en mucho tiempo ,el hada se sintió feliz y
entendió que aquel era su lugar ,que cada rincón del mundo contiene sorpresas
maravillosas ,que le gustaba la aurora boreal y el cielo estrellado de su país
de hielo
Comprendió que muchas hadas jamás verían la belleza de la
que ella ahora era testigo .
Ya no sentía tristeza por no conocer el color de las flores
,ahora sabía que las estrellas fugaces son como mariposas celestes y que los
cometas se llevan lejos las añoranzas de las hadas tristes.
Julia Rubiera