Tzvetan Todorov entrevistado por
Jaime Pacios
“No les voy a contar los detalles del libro, simplemente
quería evocar brévemente algunos aspectos. El primero, decirles que el siglo
XVII fue un momento excepcional en la historia de la pintura. En él se produce
un cambio en el que lo ideal será la cotidianeidad de un mundo más humano. Esta
mutación ocurre ocurre en los Países Bajos un siglo antes que en el resto de
las potencias europeas como Francia, Italia o España.
El segundo aspecto que quiero evocar no trata sobre la
pintura, sino sobre la vida misma y es una lección que podemos extraer para
nuestras propia experiencia: la filosofía de la cotidiano. En nuestro mundo
actual hemos perdido el sentido de cada gesto, hemos organizado mecánicamente
todas nuestras rutinas diarias tal como se planteaban en el taylorismo. El
actor Charles Chaplin hace una referencia a esta idea con los magníficos gestos
mecánicos que utilizaba en la película Tiempos Modernos. Estos gestos los
tenemos de alguna manera formateados en el cerebro, como recursos de gestión.
Tenemos tan estructuradas nuestras funciones que hemos llegado a perder el
sentido de nuestros propios movimientos. En aquella época, en el siglo XVII,
tenía sentido hasta pelar una manzana. Son estos gestos, esta exigencia
elemental de la belleza y de la esencia los que tenemos que recuperar para
nuestras vidas.”
Madre e hijo, Pieter de Hooch¿Pero cómo se fraguan estos
cambios? ¿Como se pasa de la representación de escenas mitológicas y
hagiográficas del Renacimiento a reflejar la intrahistoria de los seres anónimos?
“Estamos hablando de un país, Holanda, de un siglo, el XVII
y de una religión, la Protestante; y como se decía en la época, cada cliente es
un sacerdote. Es un momento en el que deja de existir la jerarquía de la
Iglesia Católica tal y como se había concebido: el Papa en la cúspide de la
pirámide y sus cardenales y obispos por debajo. A partir de entonces ya sólo
habrá, teóricamente, creyentes en pie de igualdad. En cierta manera eso indica
una cierta progresión del espíritu democrático. Este cambio está en consonancia
con los cambios económicos y políticos de la época como la sustitución del
modelo feudal por una economía de mercado más abierta.
Al mismo tiempo, la vida cotidiana está impregnada de
juicios morales. Los gestos más nimios se observan y definen como vicios o
virtudes. Las mujeres que cumplen con su deber haciendo la comida, ocupándose
de los niños… son la encarnación de la virtud cotidiana en la esfera de lo
privado. Los hombres se representan fumando, bebiendo y jugándose el dinero en las
tabernas. Ellos son la encarnación del vicio. La vida privada es el lugar en el
que florecen las virtudes cristianas cotidianas y que está dominado por las
mujeres. Por primera vez en la historia ellas, son las protagonistas puesto que
dominan la vida privada. Los hombres, al contrario, como se dedican a la guerra
y a otras labores masculinas fuera del hogar, no encuentran representación en
el pensamiento ni en la pintura de la época.”
VERMEER_-_El_astrónomo_(Museo_del_Louvre,_1688)Se empieza a
constituir un arte para reflejar la nueva mentalidad de la clase burguesa
nacida a raíz del protestantismo que también llevará asociados unos valores
éticos y morales.
“Éste es el siglo en el que los artistas descubren su propio
poder mediante la pintura. A través de los lienzos se elogian los gestos
virtuosos; pero también los gestos que pudieran ser perniciosos moralmente. El
amor, que normalmente obedece a exigencias morales, reina aquí sin reproches y
se representa en los preparativos que conlleva el sentimiento amoroso sin
ningún tipo de reproche. Los pintores, por lo tanto, deciden lo que se tiene
que admirar y lo que no, y según lo que decidan repercutirá en toda la
sociedad.”
El arte de hoy en día parece haberse distanciado del
individuo y de su universo ¿la pintura ya no está ahí para representarnos?
¿cuál sería el arte de nuestros días?
“Pienso que el arte visual ha distanciado sus relaciones con
la vida cotidiana. Ha estado unido al mundo desde siempre; pero a partir de la
Segunda Guerra Mundial. se ve una distancia clara entre las dos partes. Los
artistas se encierran en su propia esfera y yo lo lamento mucho porque me
encanta la interacción entre la sociedad y los artistas, ya sea en la
literatura, en la pintura u otras disciplinas. Bien es verdad que es el cine,
el arte que en este siglo está más cerca de nosotros y de nuestras costumbres
actuales.”
Vermeer_-_The_MilkmaidSaltamos de siglo a siglo, pero
seguimos con los gestos, y si hay en este momento uno del que todo el mundo
está pendiente es el de los españoles desahuciados de sus viviendas que
reclaman justicia ante los domicilios de los políticos: el escrache.
“Francia no está mucho mejor que España, estamos todos en el
mismo barco; a pesar de esto, nunca había oído el término “escrache” en Francia
no lo tenemos… Los entiendo, pero no hay que dejar caer toda la acción en manos
de una muchedumbre indignada y colérica. Bajo el impacto de la indignación y de
la cólera se pueden cometer actos que más tarde se podrían lamentar.
Simbólicamente me parece que es justo, pero creo que hay que ser prudente
porque la violencia puede prender rápidamente en cualquier momento y con ella
no se obtendrán los cambios deseados.”
Para finalizar, Todorov nos recomienda dos ensayos: El
Crepúsculo de Prometeo de François Flahault, que habla del sueño de crear
nuestro propio mundo sin necesidad de la ayuda exterior. Una idea válida que
puede resultar muy peligrosa. La gran utopía de Prometeo que significa dominar
la historia.
El segundo ensayo: La Maldad Política/ Qué es y cómo
combatirla de Alan Wolfe, es un análisis de la situación política del momento.
Habla de los peligros de la guerra y el terrorismo. En Estados Unidos ha sido
un choque para los medios bienpensantes que creían que el gobierno estaba
llevando a cabo una buena obra. Este ensayo critica y plantea las causas y los
medios para obtener soluciones.
Jaime Pacios©
Fuente:
http://revistatarantula.com/tzvetan-todorov-nos-introduce-en-elogio-de-lo-cotidiano/
todorovTzvetan Todorov es un semiólogo, lingüista, filósofo,
historiador y crítico literario nacido en Sofía (Bulgaria) en 1939, pero
nacionalizado en Francia, país donde reside desde hace más de 50 años. Entre
los reconocimientos por su dilatada carrera como humanista figura ser director
del Centro de Investigaciones sobre las Artes y el Lenguaje (CNRS), el Premio
Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales 2008 y el Doctor Honoris Causa
por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Perú.
Entre su prolífica obra, donde se critica ardientemente la
doctrina neoconservadora y ultraliberalista, destacamos: Elogio del Individuo,
El nuevo desorden mundial, La experiencia totalitaria o Los enemigos íntimos de
la democracia.
Fonte : Juan Zapato
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