El dedo que señala
y ningunea. La mano
que esconde el veneno
y la piedra en el mismo
bolsillo donde el dedo
vibra como un gusano,
un fiero platelminto
inflado en el estómago
de las iniquidades.
Si tu dedo escandaliza
a los desheredados,
córtatelo, traidor.
Tienes algunos más
para seguir probándolo,
antes de que tu boca
se muera por el pez.
©Antonio Arroyo Silva
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