La noche está conmigo.
Después de un día revuelto y agujereado
he mirado de pronto a la ventana
y he visto el negro incendio.
Qué irreal, qué sorprendente es a veces lo conocido.
De qué extraña manera
de pronto estamos vivos.
De qué manera solapada y plácida
de pronto estamos muertos.
Alguien que me delate en esta sombra,
alguien que me defienda en esta noche,
alguien que salga fiador por mí,
alguien que me sujete a su impotencia,
alguien, un rostro, pero agora.
Francisca Aguirre | Triste Asombro
Nenhum comentário:
Postar um comentário