En esos días, días sin sol, noches sin luna, ningún lugar es
mi lugar y no consigo reconocerme en nada, ni en nadie. Las palabras no se
parecen a lo que nombran y ni siquiera se parecen a su propio sonido. Entonces
no estoy donde estoy. Dejo mi cuerpo y me voy, lejos, a ninguna parte, y no
quiero estar con nadie, ni siquiera conmigo...
Eduardo Galeano
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