Me he quedado envuelta en las hélices del tiempo,
viendo horas girar en solitario
situada en la memoria de aquel beso
que fuera fuego hasta que heredo el invierno.
Alcanzo mi alma de súbito las sombras
convirtiéndome en magnética esclava
de un rostro lejano...
Fue ese te quiero grabado en las flores
caracola de cantos donde mis ansias anidan.
Ah... ! Amor que persigues mis secretos
más allá del trigo doblando mis campanas,
con ese misterio tuyo
que arquea crepúsculos en las arterias del viento,
guía mi camino por ríos de esperanza
para soltar mi delirio en su transparente cintura.
Sólo así podré retomar mis mañanas
dejando al adiós viajar con las nubes
orquestando mi corazón dormido
en medio de flechas y hojarasca.
Alicia García
Miami, fl
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