Sobre algunas salutaciones a propósito de la muerte de Chávez, digo: hay compañeros de la izquierda que parecen no calibrar lo que ha sido Chávez y se limitan a expresar su respeto y solidaridad ante su deceso. Pero quien ha muerto es un gran líder anti-imperialista - sobre el cual se podrá debatir, pero acerca del cual los yankees no tienen ninguna duda en calificarlo como su gran enemigo- merece algo más que respeto y solidaridad. Perdimos a uno de nuestros mejores compañeros -generoso y altruista como pocos-, a un impresionante líder de masas (¿cuántos tenemos como él en la izquierda?), y a un hombre que fue fundamental para derrotar a los EEUU en su principal proyecto para la región en este siglo: el ALCA, y que generó un torrente de iniciativas y políticas concretamente (no retóricamente) antiimperialistas: Banco del Sur, Petrocaribe, Telesur, Unasur y Consejo Sudamericana de Defensa, entre tantas otras. Agregaría al respeto y solidaridad que merece todo difunto el dolor por una pérdida tan grande en términos políticos, y la preocupación por lo que su partida puede significar como estímulo para que la bestia imperialista, que siempre al acecho hoy celebra la muerte de Chávez, se arroje con toda su fuerza a reconquistar posiciones en Nuestra América. Por lo tanto, vigilancia permanente.