Yo aprendí de ti la forma justa
de encontrar la luz en medio de las sombras.
Aprendí también que existe algo más
que la roca dura y el concepto de la nada.
Aprendí que se puede tener las manos llenas
y el alma perdida en un espacio muy grande y muy vacío
cuando en esas mano solo existen objetos sin sentido
Pero sobre todo aprendí de ti, mujer,
que todo el Universos se puede comprender
en un gesto, en gesto pequeño de ternura femenina
Guzmán Lavenant
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