domingo, 11 de setembro de 2016

Desigualdades e Democracia


¿Por qué no habrían de rabiar los viejos?


W. B. Yeats

¿Por qué no habrían de rabiar los viejos?
Algunos vieron a un muchacho de futuro
Que buen pulso tenía en la pesca con anzuelo
Convertirse en un periodista borracho;
A una muchacha que supo todo Dante de memoria
Vivir para parir hijos de un necio;
A una Helena de sueño benéfico y social
Subir a gritar a una vagoneta.

Algunos piensan que es cosa natural que el destino
Deba matar de hambre a los buenos
Y a los malos hacerles progresar;
Que si sus vecinos imaginaran claramente,
Como en una pantalla iluminada,
Ni una sola historia encontrarían
De una mente feliz que no quebrara
O de un final digno del comienzo.

Los jóvenes no saben nada sobre esto,
Los viejos, que todo observan, bien lo conocen;
Y cuando sepan lo que dicen los libros de antes
Y que nada mejor podemos esperar,
Entonces sabrán por qué habría de rabiar un viejo.



Biblioteca Digital Ciudad Seva

"Han pasado cuarenta años, y todo lo que podemos decir es que sabemos sus nombres,
Sabemos sus domicilios
Sabemos como se enriquecieron
Sabemos el lugar de sus vacaciones
Sabemos donde torturaron, donde violaron, donde asesinaron
Sabemos a que iglesias asisten
A que fiestas concurren, a que supermercados van de compras con sus nietos
Sabemos que obispos, que cardenales
Rezaron y rezan por ustedes
Sabemos que jueces los amparan, que Dios los protege.
Y algún día
Sabremos donde enterraron a nuestros muertos.
Pero eso no es todo, no,
También sabemos que ninguna oración posible, que ningún arrepentimiento,
Que ningún acto humano conocido o desconocido
podrá remediar jamás lo que nos hicieron.
Ustedes son los padres
Del triunfo violento,
Amargo
Y definitivo del mal.
Nos duelen unánimes todas las partes del cuerpo y del alma,
Y nos dolerán hasta el fin de nuestros días.
Pero no teman, pueden vivir en paz.
De nosotros no teman actos de coraje
Ni actitudes de desafío
De nosotros no teman siquiera una mirada que acuse.
Así no puede ser, lo sabemos,
Pero así es, así es, así es,

¡Perdón, perdón, perdón, por nosotros, los cobardes!"


Juan Radrigán. Dramaturgo Chileno