quinta-feira, 10 de janeiro de 2013

Yo tenía 12 años cuando el asalto a Moncada





Eduardo Galeano

Publicado el 14 Enero 2012  -  En MONCADA

Yo tenía doce años cuando el asalto al Moncada, dieciséis cuando el desembarco del Granma, dieciocho cuando los guerrilleros entraron, victoriosos, en La Habana. Los hombres de mi generación hemos tenido la suerte de coincidir, en el tiempo, con la Revolución Cubana. Desde temprano se nos mezcló en la vida y se nos metió en el alma. Junto a muchos millones de hombres, celebro esta revolución como si fuera mía.
Ella me ha transmitido fuerzas cuando me he sentido caer. Me ha contagiado energía, día tras día, año tras año, a lo largo del proceso que la puso a salvo de la derrota o la traición. Cuba rompió en pedazos la estructura de la injusticia y confirmó que la explotación de unas clases sociales por otras y de unos países por otros no es el resultado de una tendencia “natural” de la condición humana ni está implícita en la armonía del universo. Muchas murallas se ha llevado por delante este viento de buena furia popular.
La colonia se hizo patria y los trabajadores, dueños de su destino. La mujer dejó de ser una pasiva ciudadana de segunda clase. Se acabó el desarrollo desigual que en toda América Latina castiga al campo a la par que hincha a unas pocas ciudades babilónicas y parasitarias. Se borró la frontera que separa el trabajo intelectual del trabajo manual, resultado de las tradicionales mutilaciones que nos reducen a una sola dimensión y nos fracturan la conciencia.
No ha resultado ningún paseo esta hazaña, ni ha sido lineal el camino. Cuando son verdaderas, las revoluciones se hacen en las condiciones posibles. En un mundo que no admite arcas de Noé, Cuba ha creado una sociedad solidaria a un paso del centro del sistema enemigo. En todo este tiempo, yo he amado mucho a esta revolución. Y no solo en sus aciertos, lo que resultaría fácil, sino también en sus tropezones y en sus contradicciones.
También en sus errores me reconozco: este proceso ha sido realizado por sencillas gentes de carne y hueso, y no por héroes de bronce ni máquinas infalibles.La Revolución Cubana me ha proporcionado una incesante fuente de esperanza. Ahí están, más poderosas que toda duda o reparo, esas nuevas generaciones educadas para la participación y no para el egoísmo, para la creación y no para el consumo, para la solidaridad y no para la competencia. Y ahí está, más fuerte que cualquier desaliento, la prueba viva de que la lucha por la dignidad del hombre no es una pasión inútil, y la demostración, palpable y cotidiana, de que el mundo nuevo puede ser construido en la realidad y no solo en la imaginación de los profetas.

Revista Casa de las Américas (No. 111, nov.-dic. de 1978, pp. 104-105)

andarilho inquieto





quem sou?
um arrimo nascido nas terras do bemvirá,
crescido no cerrado, nas matas
e cachoeiras de lá do mato grosso,
lutador desde adolescente idade,
andarilho, caminheiro das estradas
da juventude rebelde com causa,
trabalhador, socialista,
historiador,  formador sindical,
pai, companheiro,
botafoguense de alma e corpo, 
carrego as tralhas do tempo,
as trilhas e as poeiras das ruas,
as marcas dos tantos caminhos,
os vestígios e pegadas do coração,
os guardados da alma,
os arquivos da pele,
as memórias do vivido,
os cantinhos das saudades,
os manuscritos do futuro,
os antiquários do pertencimento,
as marcas do amar,
os registros do sentir,
as experiências da contradição,
a dialética do aprendiz navegante,
a luta contra todas as malditas cercas
que impedem os homens e mulheres
de serem emancipados,
plenos,  felizes.
escrevo poesia porque a alma precisa navegar.
 helder molina

poema sem rima






minha poesia é errante
feito o anjo torto de drummond
minha rima é ausente
tal qual a orelha de van gogh
falo blasfêmias, escarro na boca da burguesia
feito gregório de mattos
e lamentos, feito castro alves
minha poesia é torta,
feito a perna de garrincha
sou contra as formas, as fôrmas, as fórmulas
sou poeta nas horas vagas
poesia de botequim, de paixão nanquim
não publico porque
poesia não tem valor de mercado
não tem cotação na bolsa de valores
não tem estatística de consumo
não tem eira nem beira na correria dos fanáticos
por llucar, explora, somar, ter, e não ser
minha poesia é inútil,  para almas desalmadas.

(helder molina)

sou filho da lua nova




de um ventre nasci,
gerado de um amor furtivo
cativo, nativo,
já há mais de quatro décadas existo
vivo, resisto, persisto, sofro,
perco, venço
avanço, recuo
vivo com ternura e ânsia
na dose inexata
busco a amizade da sorte,
ainda temo a morte
vim das bandas de lá,
das terras do bemvirá
das noites de luar
esperanças carrego aos feixes
sou do signo de peixes,
escrevo, desde tenra idade
muito cedo não fui á escola
sou pulso, impulso, pulsão
digo não, com muita emoção
escrevo nas noites, amigo das madrugadas
gosto de cachaça de alambique
das manhas e das manhãs,
primaveras, veras, deveras
canto as alegrias
e os lamentos das coisas fugidias
se estou preso, solidão
se estou solto, paixão
a indignação dos excluídos me domina
vivo agora, nesta hora sou helder molina
(helder molina)

Distâncias




O automóvel ia tossindo. E aos trambolhões, empilhados dentro do automóvel, viajavam alguns músicos. Estavam indo alegrar uma reunião de camponeses, mas já fazia um bom tempo que andavam perdidos pelos caminhos ferventes de Santiago del Estero.
Os desorientados não tinham a quem perguntar. Não havia ninguém, não sobrava ninguém naqueles desertos que tinham sido bosques.
E de repente apareceu, numa nuvem de poeira, uma menina de bicicleta.
- Falta quanto? - perguntaram a ela.
E ela disse:
- Falta menos.
E foi-se embora na poeira.
 

Galeano - 10 de janeiro