sábado, 4 de março de 2017

“Si acaso”

Podía ocurrir.
Tenía que ocurrir.
Ocurrió antes. Después.
Más cerca. Más lejos.
Ocurrió, no a ti.

Te salvaste porque fuiste el primero.
Te salvaste porque fuiste el último.
Porque estabas solo. Porque la gente.
Porque a la izquierda. Porque a la derecha.
Porque llovía. Porque había sombra.
Porque hacía sol.

Por fortuna había allí un bosque.
Por fortuna no había árboles.
Por fortuna una vía, un gancho, una viga, un freno,
un marco, una curva, un milímetro, un segundo.
Por fortuna una cuchilla nadaba en el agua.

Debido a, ya que, y en cambio, a pesar de.
Qué hubiera ocurrido si la mano, el pie,
a un paso, por un pelo,
por casualidad,
¡Ah, estás! Directamente de un momento todavía entreabierto.
La red tenía un solo punto, y tú a través de ese punto.
No dejo de asombrarme, de quedarme sin habla.
Escucha
cuán rápido me late tu corazón.

Wislawa Szymborska©

De "Si acaso" 1978        


Versión de Abel A. Murcia
El cantar tiene sentido,
entendimiento y razón,
la buena pronunciación
del instrumento al oído.

Yo fui marino que en una isla
de una culisa me enamoré,
y en una noche de mucha brisa
en mi falucho me la robé.

La garza prisionera
no canta cual solía
y cantar en el espacio
sobre el dormido mar,
su canto entre cadenas
es canto de agonía,
¿por qué te empeñas pues, Señor,
su canto en prolongar?

Allá lejos viene un barco
y en él viene mi amor.
Se viene peinando un crespo
al pie del palo mayor.

A ti vuelvo de nuevo, mar querido,
y lejos de ti, ¡cuánto fui desdichado!
Lo que puede sufrirse lo he sufrido
y lo que puede llorarse lo he llorado.

Y ese cadáver que por la playa rueda,
y ese cadáver, ¿de quién será?
Ese cadáver debe ser de algún marino
que hizo su tumba en el fondo del mar.

El cantar tiene sentido,
entendimiento y razón.

Canto popular venezolano.
Yo vengo de otro siglo,
Con dos X y un tango
No pude ser un indio,
Destiño negro y blanco.

Yo vengo de otro siglo,
Con la voz en la cara,
Con la sombra de un bicho,
Y este gesto en la espalda
Y traigo de otro siglo,
La esencia de un ombligo,
Un sapo traicionero,
Anécdotas de perros,
Y un sueño retroactivo,

Yo vengo de otro siglo,
Con un poco de todo,
Solo y sin acomodo,
Empuño moneditas y corro colectivos,
Arrastro de otro siglo,
Cierto autoritarismo,
Enojo prepotente y machismo,
Aunque en forma decreciente,

Y traigo de otro siglo,
Baranda de fomentos,
Kerosén, eucaliptus, azufre,
linimento, chicles y ceniceros.

Y traigo de otro siglo,
Mi suerte capicúa,
Y abajo de la púa,
Fritura de vinilo.

Yo vengo de otro siglo,
Me estoy acostumbrando,
Con dos X y un tango,
Perdón si no me ubico.

Yo vengo de otro siglo,
“ Toro serrano ”,
Vengo desde el olvido,
“ Con un dios escondido ”,
Y a yuyo de suburbio perfumando,

Yo vengo de otro siglo,
Hablando con mis muertos,
Y no porque estoy loco,
Porque si fuese un loco
Ni loco lo andaría diciendo.

Y traigo de otro siglo,
Platillos y poetas,
Colores de un equipo,
Dolores de bandera
Terapia de besitos.

Y traigo de otro siglo,
Mi suerte capicúa,
Y abajo de la púa,
Fritura de vinilo.

Yo vengo de otro siglo,
Me estoy acostumbrando,
Con dos X y un tango,
Perdón si no me ubico.

Yo vengo de otro siglo,
Me estoy acostumbrando
Perdón si no me ubico.
Con dos X y un tango.

Alejandro Del Prado


                

“Adiós Capitán”


Hasta aquí
que no existimos, vino un vivo
para certificar tu muerte,
cómo si dejar de respirar necesite de rubrica que lo confirme.
Los vivos, que presumimos de estarlo,
somos así.
Gustamos de datar el tiempo,
el tiempo del primer aliento,
del postrer hálito en la voz.
Datamos el día con su hora
y la causa que te ha matado,
nos agrada decir de qué morimos,
o más bien,
de qué se mueren los demás.
Siendo tan imbéciles que olvidamos
anotar el motivo
por el cual
estuvisteis aquí.
Los vivos,
somos unos impresentables.
Y unos mamarrachos.

En aquel maletín de cuero
van las hojas que de forma legal
le ponen fecha al finiquito.
Ya ves, todo saldado,
antes de partir las cuentas claras,
se van, os vais, te vas.
Te lo anota no sea que te equivoques,
que nadie te avise de que te has muerto.

Pero el vivo, que fue muy educado
cuando llegó dijo buenos días,
le acompaño en el sentimiento,
y ¿a qué hora fue el deceso?

Rellenó su papel,
que para eso le pagan,
para anotar el nombre,
con suerte sin faltas de ortografía,
la hora y el día, el mes,
este año en curso y el motivo de la despedida.

Vino un vivo a certificar tu muerte
Capitán,
y yo,
hasta el último momento esperé
que te levantaras a romperle la cabeza,
y después,
le dieras una patada en el culo.

No fue así.

Carpe Diem.

               


Busco la leña al Sol,
Junto a mis cabras voy,
Cosas de un soñador.

Busco en el pastizal
Angelitos de Dios,
Cosas de un soñador

Golpes de manos doy,
Abro mi pecho en dos,
Cosas de un soñador.

Mi destino es curar,
Lo supe antes de ver,
Cosas de un soñador.

Ellos están aquí,
Los niños santos son,
Cosas de un soñador.

Hongos y sanación,
Humo de otro color,
Cosas de un soñador.

Ay, María! Tan llena de Sol.
Ay, ay, ay, ay, María! Tan llena de voz.

Lisandro Aristimuñol©


“Las Malvinas”


Tiene las alas salpicadas de islotes
Es nuestra bella del mar.
La Patria la contempla desde la costa madre
con un dolor que no se va.

Tiene las alas llenas de lunares,
lobo roquero es su guardián.
La patria la contempla. Es un ángel sin sueño
la patria junto al mar.

Tiene el pecho de ave sobre la honda helada.
Ave caída es su igual.
El agua se levanta entre sus alas.
Quiere y no puede volar.

El pingüino la vela. La gaviota le trae
cartas de libertad.
Ella tiene sus ojos en sus canales fríos.
Ella está triste de esperar.

Como a mujer robada le quitaron el nombre:
lo arrojaron al mar.
Le dieron otro para que olvidara,
que ella no sabe pronunciar.

El viento es suyo; el horizonte es suyo.
Sola, no quiere más.
sabe que un día volverá su hombre
con la bandera y el cantar.

Cautiva está y callada. Ella es la prisionera
que no pide ni da.
Su correo de amor es el ave que emigra.
La nieve que cae es su reloj de sal.

Hasta que el barco patrio no ancle entre sus alas,
ella se llama Soledad.


José Pedroni©
Los viejos amores que no están,
la ilusión de los que perdieron,
todas las promesas que se van,
y los que en cualquier guerra se cayeron.
Todo está guardado en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.

El engaño y la complicidad
de los genocidas que están sueltos,
el indulto y el punto final
a las bestias de aquel infierno.

Todo está guardado en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.

La memoria despierta para herir
a los pueblos dormidos
que no la dejan vivir
libre como el viento.

Los desaparecidos que se buscan
con el color de sus nacimientos,
el hambre y la abundancia que se juntan,
el mal trato con su mal recuerdo.

Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.

Dos mil comerían por un año
con lo que cuesta un minuto militar
Cuántos dejarían de ser esclavos
por el precio de una bomba al mar.

Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.

La memoria pincha hasta sangrar,
a los pueblos que la amarran
y no la dejan andar
libre como el viento.

Todos los muertos de la A.M.I.A.
y los de la Embajada de Israel,
el poder secreto de las armas,
la justicia que mira y no ve.

Todo está escondido en la memoria,
refugio de la vida y de la historia.

Fue cuando se callaron las iglesias,
fue cuando el fútbol se lo comió todo,
que los padres palotinos y Angelelli
dejaron su sangre en el lodo.

Todo está escondido en la memoria,
refugio de la vida y de la historia.

La memoria estalla hasta vencer
a los pueblos que la aplastan
y que no la dejan ser
libre como el viento.

La bala a Chico Méndez en Brasil,
150.000 guatemaltecos,
los mineros que enfrentan al fusil,
represión estudiantil en México.

Todo está cargado en la memoria,
arma de la vida y de la historia.

América con almas destruidas,
los chicos que mata el escuadrón,
suplicio de Múgica por las villas,
dignidad de Rodolfo Walsh.

Todo está cargado en la memoria,
arma de la vida y de la historia.

La memoria apunta hasta matar
a los pueblos que la callan
y no la dejan volar
libre como el viento.


León Gieco©
A Poesia não se Inventou para Cantar o Amor A poesia não se inventou para cantar o amor — que de resto não existia ainda quando os primeiros homens cantaram. Ela nasceu com a necessidade de celebrar magnificamente os deuses, e de conservar na memória, pela sedução do ritmo, as leis da tribo. A adoração ou captação da divindade e a estabilidade social, eram então os dois altos e únicos cuidados humanos: — e a poesia tendeu sempre, e tenderá constantemente a resumir, nos conceitos mais puros, mais belos e mais concisos, as ideias que estão interessando e conduzindo os homens. Se a grande preocupação do nosso tempo fosse o amor — ainda admitiríamos que se arquivasse, por meio das artes da imprensa, cada suspiro de cada Francesca. Mas o amor é um sentimento extremamente raro entre as raças velhas e enfraquecidas. Os Romeus, as Julietas (para citar só este casal clássico) já não se repetem nem são quase possíveis nas nossas democracias, saturadas de cultura, torturadas pela ansia do bem-estar, cépticas, portanto egoístas, e movidas pelo vapor e pela electricidade. Mesmo nos crimes de amor, em que parece reviver, com a sua força primitiva e dominante, a paixão das raças novas, se descobrem logo factores lamentavelmente alheios ao amor, sendo os dois principais aqueles que mais caracterizam o nosso tempo: o interesse e a vaidade. Nestas condições, o amor que voltou a ser, como na Grécia, um Cupido pequenino e brincalhão, que esvoaça, surripiando aqui e além um prazer fugitivo — é removido para entre os cuidados subalternos do homem, muito para baixo do dinheiro, muito para baixo da política... É uma ocupação, sem malícia o digo, que se deixa para quando acabar o dia verdadeiro e útil, e com ele os negócios, as ideias, os interesses que prendem. «Já não há hoje nada de produtivo a fazer? Já não há nada de sério em que pensar?... Bem! Então, um pouco de perfume nas mãos, e abra-se a porta ao amor que espera!» A isto está reduzida a Vénus fatal e vencedora!
Ora quando uma arte teima em exprimir unicamente um sentimento que se tornou secundário nas preocupações do homem — ela própria se torna secundária, pouco atendida e perde a pouco e pouco a simpatia das inteligências. Por isso hoje, tão tenazmente, os editores se recusam a editar, e os leitores se recusam a ler, versos em que só se cante de amor e de rosas. E o artista que não quer ser uma voz clamando no deserto e um papel apodrecendo no armazém, começa a evitar o amor como tema essencial da sua obra.

Eça de Queirós©


el circo ha llegado para quedarse.
la mujer barbuda te abre el corazón
mientras los trapecistas se juegan tus recuerdos.
hay un domador de los sueños que vendiste,
hay una vidente que te augura un mal pasado,
los niños roban monedas a sus padres
y preguntan por el faquir que durmió en tu sonrisa,
mientras toda la gente que un día te quiso
compra casas, planta tomates, hace que vive.
los días de lluvia el circo es fangoso
como tu inocencia,
los leones apuestan sus cuchillos desgastados
a que no serás capaz de regresar a casa,
hay un caballo que ignora que no existe el perdón.
y tú vestido de oportunidades perdidas
pasas por la taquilla de los que han sido olvidados
y tratas de fijar tu boca vidriosa
en respuestas que ya no te conciernen.
el circo repite función los martes,
tú crees en el amor verdadero,
y mientras tratas de anclar al pecho la Luna
el cielo se hace añicos en cada poema.


Rubén Romero Sánchez© 

Pie calzado de poesía
Tiene el pueblo caminando,
Camisa de jornalero,
Pecho abierto, brazo en alto.

Aguafuerte de la vida
Que se niega al holocausto;
Padre, madre, hermano, niño,
Corazón encabritado.

Ay de la pala y el pico,
Ay del madero y los clavos,
La herradura y el martillo,
Ay la cuchara y el plato.

En sus manos la herramienta
Quejumbrosa del trabajo,
Que donde pisan sus pies
Va el amor multiplicado.

En los bolsillos la espiga,
Tierra oscura en los zapatos,
Son un solo largo grito,
Son un solo grito largo.

En sus manos la herramienta
Quejumbrosa del trabajo
Que donde pisan sus pies
Va el amor multiplicado.

Ay de la pala y el pico...

En sus manos la herramienta...


Teresa Parodi©

A CHARLY



… más al gato Fidel y

otros queridos compadres.

Perro al bombo que atorra sobre alfombra

y engrupe resguardar mi apartamento.

Que vive sin yugar y morfa en forma,

sin ladridos, ni pulgas ni espamento.

La va de superao el can rasposo

junando el techo desde su catrera.

¿Le dio vuelta el marote alguna cocker

o se hace el bocho de la vida fiera?

Anda mejor que yo, qué duda cabe;

él apoliya sin hacer gambeta,

guadaña el morfi sin doblar la esquina

y si apuran deschavo última clave:

es un fiolo de raza bacaneta

que te afana de amor, como una mina.

gingko

MAESTRA DE QUINTO

Mina primera que abrojó mi anhelo,

¿tras cuántos grises quedaron encendidos

tus ojos, faroleando en mi desvelo

de mapas y deberes corregidos?

Te arrimo el randevú de mi parola,

un sencillo tanguito, cachusiento,

a vos, que me enchufaste en la zabiola

estos truchos palotes de mis versos.

Porque segunda madre y primer sueño,

dulce maestra de mi quinto grado,

siento aromas de tiza y pizarrón.

Y en este examen por sentirme dueño

de regresar a pibe, retardado,

hoy te bato mi caliente metejón.

gingko

LABERINTO CANCHERO

A Jorge Luis Borges.


"El que dice burgués pronuncia Borges",

tartamudeó el chicato, despacioso,

junando al cielo con cara de pirado

careteando al fingir hacerse el oso.

Los giles daban huevos por ficharlo:

poderlo franelear, enchabonados

a escracharse con él. El cholulaje

la juega de arrastrón en cualquier lado...

Pero el Yoryi fue un seso de primera,

un pensante entrenao de ponga y meta;

un marote a bastón yirando el mundo.

Que a veces se zarpó, como cualquiera,

y nos dio embole con su manganeta

de viejo sobrador, turro y profundo.

gingko

LA FLACA

(In memorian sin soneto ni sanata)

La jugaba de Freud y Tallaferro,

también de Marx y Catulín Castillo.

Tenía miga en el bocho la sofaifa

chamuyando balurdos que dan brillo.

De mufas, yo que sé, una ponchada...

Sabía el antes, el después y el que sé cuánto.

/Reciclaba fangotes de mi abuela

pa' batir mi porqué del desencanto/

Si andaba shome, con orsai del cuore

y embroyao de recuerdo el cablerío,

se acodaba a mi estaño, madrugada,

a escabiarnos una lágrima de olvido.

Lástima el punto que traía de arrastre,

un pinta casoriao, de verso y calma,

que le hizo un curro chambón del amorío

y le rompió hasta el himen de su alma.

Era pinga la flaca, era muy pierna;

casi fue dueña de mi lado izquierdo,

ternura inolvidable de amueblada...

De no haber sido por su chamuyeta

que cinchaba a Lenín con Pirandello,

no la habría tumbado la pesada.

gingko

PUNTO FINAL

Se afeitó como pudo, era la hora.

Armó el bagayo y se quedó esperando.

La parca le batió “venga la llave,

se acabó tu pensión. Vamos andando”.

Y olvidao entre nubes y angelitos

escurre que en La Nada no hay fandango:

reventó con tres millones en el bolso

y Dios no le da bola, ni coimeando.


Eduardo Pérsico©

A veinte minutos de cualquier parte

A veinte minutos de cualquier parte

los periódicos gratuitos enseñan sus titulares rojos

y las asistentas ecuatorianas sueñan con hombres musculados que las levantan
del suelo y se las llevan a los paraísos arbolados de las urbanizaciones de lujo

libros forrados con papel marrón se abren por la página en que el protagonista encuentra por fin fortuna en los labios de una mujer melena escarlata y
cintura de bailarina que habla cinco idiomas y no conoce ninguno

escolares dormidos imaginan lecciones de inglés y aritmética saltando de sus mochilas como ejércitos defensores de un universo invadido por nombres extraños

hay rezos que murmuran hombres de camiseta blanca y zapatos de oficio sucio que rebuscan esperanza en los callos de sus manos y ocultan los ojos vidriosos de ahuyenta-penas con gafas de humo

los cupones de lotería saltan en el bolsillo de sirenas perfumadas de lavanda
que leen los poemarios viejos pegados debajo de las palancas de los frenos de emergencia

y los obreros en paro cantan internacionales asustadas por mercados invisibles que les conducen a ninguna parte.

Mara Nefill©


Nota: dicen que en el metro de Madrid puedes llegar a cualquier parte en veinte minutos. Tal vez. Yo aún no lo he conseguido. Quizá es que las estaciones que elijo como destino no son las adecuadas. O debería subir en otra para llegar a ellas. Probablemente sea eso.
recorriendo la playa
de Valeria del Mar
a esas horas donde sólo los trasnochados la surcan
recogí en la arena tu concha partida
el semen de las olas te había fecundado
y cultivabas en tu vientre una perla
que llamarías Leticia.


Juan Zapato

“No es el amor…”

No es el amor, lo sé, pero es de noche
y yo estoy sola, frente al mar que espera
con las uñas viscosas de sus algas
y el sello de la sal sobre sus piedras:
sin cesar, desde el agua y las espumas
mil ramajes de brazos me recuerdan
que aguardan todavía
tendiéndome su ausencia.
Las mismas olas que devoran barcos,
que van hundiendo mástiles y velas,
tiran siempre de mí
salvajemente
ceñidas, enroscadas, como cuerdas.

No es el amor, lo sé, pero qué importa:
tiene su mismo rostro hecho de niebla
y su temblor febril y su acechanza,
tiene sus manos blandas que se aferran
con dura precisión.
Tiene su misma insólita presencia
con el prestigio de un fulgor pasado
y la futura soledad que empieza.
Tiene sin duda del amor la insidia
y el desgajado abandonar reservas
hasta quedar desnudo
como un árbol reseco.
Tiene el rondar la sangre
como un fantasma hambriento
sobre la inaccesible piel del mundo,
lamiendo inútilmente su corteza,
desesperado, ávido,
con la exacta impaciencia
del querer, del después,
del otoño y la espera.
Y aquel recomenzar desde la bruma
que es su signo quizá.
Y su señal más cierta.

No sé cuándo ha llegado:
es como un viejo amigo que regresa
con el rostro cambiado por los viajes,
las fiebres, el alcohol, las peripecias.
Reconozco sus rasgos,
su voz que ha enronquecido, pero es ésta,
su antigua voz que dice otras palabras
semejantes a aquéllas.
No es el amor, lo sé, y sin embargo
es su paso otra vez, y las caricias
recobran los caminos sin urgencia.
No hay palabras, y puedo estar callada:
todo es tan simple así, tan sin sorpresa
y es tan fácil estar, tan necesario.
No es el amor, tal vez. ¿Y si lo fuera?

Julia Prilutzky Farny©

Nació en Ucrania y se radicó en Argentina a muy temprana edad, adoptándola como su propia patria, como ha sabido demostrarlo a lo largo de su extensa obra poética.
Es una de las más caracterizadas representantes de la generación poética argentina del ’40.
Fundó la revista cultural "Vértice" y en 1941 recibió el Premio Municipal de Poesía por su libro "Intervalo".
En su obra predomina —casi en exclusividad—, el tema del amor, plasmado por los más profundos sentimientos y en imágenes de sutil belleza y originalidad, desde su poemario inicial hasta el último de sus libros.

Su bibliografía en verso data de los siguientes títulos: "Viajes sin partida"(1939), "Intervalo" (1940), "Sonetos" (1942), "Comarcas" (1949), "Patria"(1949), "Canción para las madres de mi tierra" (1950), "El escudo" (1954),"Este sabor de lágrimas" (1954), "Obra poética" (1959), "Hombre oscuro"(1963), "Quinquela Martín" (1974) y "Antología del amor" (1975), que llegó a vender, sólo en Argentina, más de 100.000 ejemplares.

Su libro "El escudo" recoge poemas sobre Juan Domingo Perón y Eva Perón e incluye el poema "Oración", que fue leído el 26 de julio de 1954 en un acto público masivo que se realizó en la avenida 9 de Julio, en Buenos Aires.


Su marcado dominio del soneto se hace presente en la presente página, en la que se han incluido cuatro de ellos, seleccionados de algunos de sus mejores libros.
[…] Falando com ele, afigurou-se-me que esse homem parecia sábio a muitos outros e principalmente a si mesmo, mas não era sábio. Procurei demonstrar-lhe que ele parecia sábio sem o ser. Daí me veio o ódio dele e de muitos dos presentes. Então, pus-me a considerar, de mim para mim, que eu sou mais sábio do que esse homem, pois que, ao contrário, nenhum de nós sabe nada de belo e bom, mas aquele homem acredita saber algum coisa, sem sabê-la, enquanto eu, como não sei nada, também estou certo de não saber. Parece, pois, que eu seja mais sábio do que ele, nisso ainda que seja pouca coisa: não acredito saber aquilo que não sei. Depois desse, fui a outro daqueles que possuem ainda mais sabedoria que esse, e me pareceu que todos são a mesma coisa. Daí veio o ódio também deste e de muitos outros.

Platão: Apologia de Sócrates.

formalismo russo

Elisabet Moreira ______________ Boris S. fala sobre o jeito de ser dos russos "as coisas mais diretas"... sim, os textos teóricos, por exemplo, do "formalismo" russo são excelentes neste sentido, muito diferentes dos franceses e de certos teóricos de língua inglesa. Ah, ele ainda faz falta para defender aqueles textos, muitos dos quais traduzidos e difundidos por ele, de certa babaquice atual em que se fala tanto em "desconstrução" como se a análise imanente não tivesse lugar.... sim, tenho visto em jovens professores de faculdade certos equívocos de quem não entendeu nada. Não leu nem Jakobson, em A Dominante ou fala de resenhas que falam de resenhas e citações de citações... Nem o problema político e ideológico da União Soviética na época (aliás, o filme fala sobre isso) nem do papel fundamental do chamado formalismo russo para a arte moderna do século XX, de que a componente dialética e em processo tem que ser colocada no seu entendimento... Aliás, me lembro das análises formidáveis de Lotman, do Jakobson, do Bakhtin... enfim, isso me anda angustiando ultimamente. É mesmo hora de, além da revisão ( crítica sempre é bom) desfigurar o movimento fundamental do formalismo, da semiótica russa, para os estudos literários? Ou do próprio texto/signo que nos rodeia???


Mauro Almeida_________________ Obrigado, Elisabet. Uma das injustiças sobre o "formalismo russo" foi obra de um autor que no entanto admiro e sigo - -Lévi-Strauss. Mas cujo artigo sobre "A Morfologia do Conto de Magia" se apoia em um profundo mal-entendido -- que é o esforço de justificar a diferença entre o "estruturalismo" e o "formalismo" na suposta ausência de atenção da escola russa para questões semânticas (paradigma) e para o contexto histórico. Bóris Schnaiderman me orientou nessa questão, indicando os textos de V. Propp sobre as "Raízes Históricas do Conto de Magia Russo" (que só havia em tradução para o italiano e que Lévi-Strauss não conhecia).

LA INOCENCIA


Sabemos demasiado bien
que la vida pasa
que nada queda.
Es posible que alguien nos acuse
sin causa
y sin prisa.
Es posible que alguien
nos haga sentir
indefensos seres
de alas quebradas.
Aquí estoy
ante la cruz
que forman tus ojos y tu sexo.
Sabemos
que pensás algo cruel...
La pausa entre día y día
me resulta difícil
sin saber donde quedó
el espacio que habitaba
la inocencia.

ALICIA GALLEGOS

Buenos Aires (Argentina)

Cadernos do cárcere

"A relação entre os intelectuais e o mundo da produção não é imediata, como ocorre no caso dos grupos sociais fundamentais, mas é 'mediatizada', em diversos graus, por todo o tecido social, pelo conjunto das superestruturas, do qual os intelectuais são precisamente os 'funcionários'. Seria possível medir a 'organicidade' dos diversos estratos intelectuais sua conexão mais ou menos estreita com um grupo social fundamental, fixando uma gradação das funções das superestruturas de baixo para cima (da base estrutural para o alto). Por enquanto, podem-se fixar dois grandes 'planos' superestruturais: o que pode ser chamado de 'sociedade civil' ( isto é, o conjunto de organismos designados vulgarmente como 'privados') e o da 'sociedade política ou Estado', planos que correspondem, respectivamente, à função de 'hegemonia' que o grupo dominante exerce em toda a sociedade e àquela de 'domínio direto' ou de comando, que se expressa no Estado e no governo 'jurídico'. Estas funções são precisamente organizativas e conectivas. Os intelectuais são os 'prepostos' do grupo dominante para o exercício das funções subalternas da hegemonia social e do governo político, isto é:
1) do consenso 'espontâneo' dado pelas grandes massas da população à orientação impressa pelo grupo fundamental dominante à vida social, consenso que nasce 'historicamente' do prestígio (e, portanto, da confiança) obtida pelo grupo dominante por causa de sua posição e de sua função no mundo da produção;
2) do aparelho de coerção estatal que assegura 'legalmente' a disciplina dos grupos que não 'consentem", nem ativa nem passivamente, mas que é constituído para toda a sociedade na previsão dos momentos de crise no comando e na direção, nos quais desaparece o consenso espontâneo.
Esta colocação do problema tem como resultado uma ampliação muito grande do conceito de intelectual, mas só assim se torna possível chegar a uma aproximação concreta à realidade."


Antonio Gramsci. Caderno 12. In: Cadernos do cárcere. Tradução de Carlos Nelson Coutinho. Rio de Janeiro: Civilização Brasileira, 2000. v. 2. p.20-21.
Entreouvido em uma roda de conversa de veteranos das lutas e movimentos sociais, todos com meia idade. Não ter medo da velhice, nem das dores da idade, nem das doenças e nem dos achaques com as mudanças na tecnologia, porém o maior pesadelo, medo e perigo seria se tornar um lixo humano como ministros golpistas tipo Aloysio Nunes e Roberto Freire, que depois de terem sido comunistas na juventude se tornam dejetos reacionários na velhice.

Ricardo Costa de Oliveira