Ramón de Campoamor
Por no amenguar sus brillos celestiales,
los lanza el alto y los rechaza el bajo,
porque achican su horror huéspedes tales.
(14. -Canto III del Infierno. -Traducción
del Marqués de la Pezuela.)
Vegeta sin sufrir, vive en mal hora,
amigo infiel y cómodo enemigo,
que, egoísta, jamás llevas contigo
la pena del tormento que se adora.
De premio indigna tu virtud traidora,
ni dignas son tus faltas de castigo;
y no hallas en la tierra un solo amigo
a quien decir ¿qué tienes? cuando llora.
Vos, los que ajenos de placer y duelo,
vais dando, sin amar ni ser amados,
abrazos sin calor, besos de hielo.
Moriréis sin virtud y sin pecados,
y siendo despreciables para el cielo,
seréis en el infierno despreciados.
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