La verdad es la media naranja que le falta
a la naranja. La fracción del silencio
que le sobra a la media naranja
que tienes en la mano
es solo la respuesta que quieres engullir.
La idea es una cáscara
ya sin pulpa, espiral
a la piel
del silencio.
La mano que sostiene la verdad es un río
azafrán que lleva, a veces,
cálculos de mentira
a ese dolor del mundo
que se cae de un árbol
—oh Tántalo: tus manzanas de oro.
©Antonio Arroyo Silva.
Química del error 2.
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